Publicado por el Diario Alerta el 16 de Julio de 2011 |
Nuestras palas, están en el libro Guinnes de los records
Desde ese ayer de las palas que Mariano nos ha relatado en retazos sacados de sus memorias, a nuestro hoy, el número de practicantes del juego de las palas ha aumentado de forma espectacular. Se celebran campeonatos en diferentes playas, y con la apertura de las primeras 24 horas de palas en la playa del Camello en el mes de julio de 1996, y gracias a la admirable labor realizada por el inolvidable Jaime Martín Silva, se consiguió que nuestro deporte entrara en el Libro Guinness de los Records correspondiente al año 1997, al lograrse que jugaran 100 palistas divididos en cinco grupos de veinte cada uno, ininterrumpidamente, desde las 12 del mediodía del sábado 27, hasta las 12 del mediodía del domingo 28.
Este Mariano, pionero y jugador itinerante, que no dejó a lo largo de su dilatada vida ni un solo rincón de nuestras playas cántabras sin el hábil y certero toque de su pala, que vivió con pasión desde aquellos lejanos quince o dieciséis años su afición por este deporte por él creado, fué a sus ochenta y cuatro años, quien hizo, junto con Cioli, el saque de honor de aquellas primeras y exitosas 24 horas de Palas.
Mariano entrevistado por televisión con motivo de las Primeras 24 Horas de Palas Cántabras |
El juego de exibición está conseguido
…”El Juego de Palas Cántabro de Exhibición está conseguido. Lo juegan miles de personas de ambos sexos. Es sano y completo y quizá el único juego en el que no se cuentan tantos. Ni se gana, ni se pierde. Pero podríamos conseguir además, que fuese también un Deporte de Competición, creando unas sencillas reglas que lo hiciesen posible.
…”La diferencia entre juego de exhibición y el de competición, consiste en que hay que contabilizar los tantos y hacer una acotación en el terreno de juego, que quedaría dividido por dos redes bajas, por encima de las cuales, los jugadores realizarían el juego, y detrás de ellos, otra red de mayor altura. Si la pelota toca la red trasera del campo contrario porque el jugador no ha llegado a darla con la pala, el tanto lo ganaría el jugador que lanzó la pelota.
…” La mayor grandeza que puede alcanzar un deporte, es llegar a ser olímpico. Y si deportes como el pin-pon, o el voleibol lo han conseguido, ¿porqué no soñar que algún día nuestras Palas Cántabras lleguen a competir a nivel mundial por ganar medallas para nuestra tierra en una Olimpiadas?
Pruebas con el dispositivo para hacer competitivo el Juego de Palas Cántabro |
Nació en la santanderina playa de la Magdalena
…”La élite de nuestros jugadores ha alcanzado una calidad tan brillante, que jóvenes de otras regiones y nacionalidades se interesan por aprender su técnica.
…”Nació en la santanderina Playa de la Magdalena, en el año 1928, y desde entonces lo juegan miles de aficionados de ambos sexos y de todas las edades:
…”Simón Isasi, árbitro de fútbol y excelente pelotari; Sotero; Fede, fotograbador de Alerta; Arana, empleado de Alerta; San Juan, relojero; Pedro Cavadas; Manolo Soto, excelente amigo y compañero deportivo; Pedro Santoyo; Pereda, almacenista de frutas; Andrés, peluquero; Francisco, fotógrafo; Manuel Gancedo; Angel de la Hoz, fotógrafo; José María Sanz (Cioli); Luisón; Eloy Iruela, fallecido trágicamente; Julián, de Almacenes Láinz; Eulogio Amavisca; Roberto Bustamante; Julio Casal, presidente del Club Alpino Tajahierro; Basterrechea, Menchaca, relojero; Fermín, maravilloso palista; José Antonio Cervera (Polo); Doctor Abaitua; José Miguel Rodríguez, gran amigo; Eduardo, modelista, poseedor de la pala más bella, construída por él y compuesta por más de treinta piezas, muerto trágicamente; Jerónimo; José Bustillo; Pablo Francés; Celso Núñez y decenas de excelentes palistas de las playas de Santander, que llenarían páginas enteras, y con los que he compartido en alguna ocasión a lo largo de los años, memorables partidas de palas y amistad, forman el ayer de este deporte nuestro…”
Marianín, Eduardo, Angel y Bustillo en Piquío, a mediados de los años setenta |
..."La pelota puede alcanzar los ciento treinta Kms. por hora".
…”La pelota puede alcanzar los ciento treinta kms. por hora. Devolver con precisión desde 10 ó 12mts. a esa velocidad, es algo que raya en lo imposible. Lo consiguen los palistas de élite. A mitad del juego, la pareja que hizo el juego rápido lo hará más lento y viceversa. Este juego hace olvidar problemas, es un antídoto que levanta el espíritu, crea amistades y mantiene en forma hasta edades avanzadas”…
..."Los jugadores que consiguen mantener la pelota a ese ritmo y con la sonoridad que imprime su repalateo, llegan a experimentar una gran y placentera emoción"... |
No se gana ni se pierde
…”La pelota ha de jugarse en vuelo continuo de pala a pala, manteniéndola en el aire el máximo tiempo posible sin que toque el suelo. Puede hacerse por parejas o uno para dos. El deporte del juego de palas, tanto en lo físico como en lo ético, reúne condiciones que lo diferencia de otros. En este juego, no se gana, ni se pierde. Se disfruta. Un jugador lanza la pelota al otro jugador, rápida y con la máxima precisión, y éste, a su vez, debe recibirla y devolverla más suave e igualmente precisa, logrando así un juego difícilmente superable en fuerza, reflejos, habilidad y nobleza”….
..."Nació en la playa, pero se puede jugar en cualquier terreno"... |
Unas piezas de haya magníficas
…”Por aquellas fechas (1928-1929), frecuentaba la Magdalena un muchacho fuertón, tan curtido por el sol, que parecía un negro. Era tan amante de la playa, que pasaba en ella días y a veces noches. Le llamábamos “el Elefante”. Tendría dos o tres años más que yo, era carpintero, hijo de un ebanista que tenía el taller a la derecha de la carretera que baja de Miranda a los Pinares del Sardinero. Este ebanista fué quien construyó toda la parte noble, en madera, de esa maravilla de chalét del más puro estilo montañés, que fue la casa de los Pardo, hoy de Botín, en la Avenida de Reina Victoria. Este artesano, vivía en una casita dentro de la finca, y se llamaba Santiago, como su hijo. Fue el hijo de este señor, que hacía cosas de carpintería en el taller de su padre, a quién le hice el encargo de seis palas en bruto, del tamaño de la diseñada y recortada en papel, que me sacó de unas piezas de haya magníficas. No recuerdo lo que me costaron. Las afiné con lima, cristal y lija, y le vendí dos, por el precio que correspondía a la madera, a mi amigo y compañero Ramón Gancedo”…
Mariano, su esposa y su hijo Marianín, en la playa de la Magdalena. Año 1942 |
Segundo elemento: Jugar sobre arena seca
…”El segundo y definitivo elemento, fue la idea de jugar sobre la arena seca, eliminando el bote y jugando la pelota de pala a pala en vuelo continuo, desechando lo que en un principio había sido una imitación al ténis. Las pruebas fueron un éxito total y ya no volvimos a imitar el juego del ténis, comenzamos a jugar a nuestro juego, comenzamos a jugar, a las Palas. Jugábamos frente a la casona de los Gómez Acebo (grandes deportistas). También frente a la taverna de pescadores El Polo Norte, en lugares que hoy ocupan los chalecitos de la Magdalena, Junto al campo de Polo, donde jugaba el Rey, y en la primera playa del Sardinero junto a Piquío, sobre el mismo terreno que ocupó el pabellón de baños de los Reyes. Fue la época dorada de las yolas en Santander, construídas en los talleres de Abascal y de Pompeyo, y muchas construídas por usuarios. Toñón, campeón de España de yola y excelente remero de traineras y los presidentes de la federación Cántabra de Remo, Julián y Marlasca, jugaron con nosotros a palas y lanzaron el disco y la jabalina”…
Primer elemento: La Pala
Mariano y sus compañeros practicaban sus juegos atléticos en la playa de la Magdalena, debajo de la Real Sociedad de Ténis, donde también jugaban al fútbol y hacían natación.
…”Ramón y yo teníamos cada uno una vieja raqueta de tenis, sin cordaje, que yo me encargaba de trenzar con cabo de ocho hebras de cáñamo revestido con pez que cogía del taller de zapatero de mi padre. Comprábamos las pelotas de segunda mano a cincuenta céntimos a los chavales recogepelotas, y trazábamos sobre la arena mojada de la playa unas rayas que simulaban una pequeña pista de ténis. Jugábamos en bajamar con las dos viejas raquetas y nos divertíamos, pero el cordaje no aguantaba, se rompía con el peso de la pelota mojada, y cuando la marea al subir alcanzaba la arena seca, la pelota no botaba y se acababa el juego. Así una y otra vez, hasta que tuve la idea que le comenté a Ramón, de cambiar la raqueta por un tipo de pala de madera, que pudiera dar resultado, y le pareció bien. Diseñé y probamos tres modelos que iban mejorando, siendo el cuarto el definitivo. Comenzamos con éxito jugando al bote, sobre la arena mojada, suspendiendo el juego al subir la marea. Así jugamos varios meses, mejorando en juego, precisión y reflejos. Y así fue como nació el primer elemento del juego, la Pala”…
Mariano en la Magdalena |
Cinco de Ribalaygua
…”A cinco jóvenes empleados de Almacenes Ribalaygua de quince a diecisiete años, Ramón Gancedo, Lucas Alonso, Modesto Borragán, Luis Bolado y a mí, nos gustaba el atletismo que se practicaba en el campo de fútbol de la Unión Montañesa, en el Paseo del Alta.
…”A dos atletas conocidos nuestros, les compramos de segunda mano, una vieja jabalina, un disco y un peso para practicar atletismo en la playa. En casa Godofredo compramos las cañas de bambú, de 4,20 metros, que yo me encargaba de revestir de cinta aisladora y a Santiago el carpintero le encargamos un rudimentario saltímetro de madera para saltos de altura y de pértiga…” comenta Mariano.
A Mariano le venía de lejos su afición al deporte. De muy niño, ya jugaba a pelota a mano en el pequeño patio que tenía en su casa y siempre que podía, acudía al gimnasio Achúcarro a observar maravillado, a través de una pequeña ventana los ejercicios que realizaban los gimnastas. A los diez años su padre le regaló un libro ilustrado de gimnasia sueca, hecho que marcó definitivamente su afición hacia los deportes al aire libre, afición que compartió años después con sus compañeros de trabajo realizando los ejercicios gimnásticos en la playa de la Magdalena y abriendo el camino, sin saberlo aún, a la creación de un nuevo deporte.
Pensamiento de 1938 Mariano Pérez
El deporte es a los pueblos un complemento de su etnografía, paralela a su cultura.
De la comunión de estos valores, deporte y cultura, resulta un puesto destacado en el seno de la civilización.
La Grecia Helénica, emporio de cultura y deporte, fuente civilizadora que regó de belleza y armonía a los pueblos que supieron aprovechar influencias tan poderosas como son Cultura y Deporte, principios básicos de las razas que aspiren a ser culturas bellas y fuertes.
Los pueblos en los que el trabajador y el universitario se confunden en el estadio, evocando con la flexible agilidad de sus músculos a los helénicos, se verán colmados de Sénecas, Horacios y Apolos y el cincel de su arte sabrá colocar en su puesto el monumento básico del trabajo.
El deporte es lenitivo cuando la fatiga espiritual atormenta, y bálsamo que puede curar muchas dolencias, cuando el que lo practica lo hace con el orden de una buena orientación.
Por desgracia, el deporte moderno gira en su casi totalidad alrededor de una divisa que todo lo envenena, el dinero.
Los atletas se despedazan con furor buscando con su esfuerzo, no la meta en que espera la perfección física y sus laureles, sinó la que espera el dorado metal.
¡Qué pocos alcanzan esta meta y cuántos son los que caen reventados antes de vislumbrarla!
¡Qué distantes estamos! ¡Cuánto nos falta por llegar a aquella meta cubierta de laureles, de sabios y de poetas, que inmortalizaron el deporte y la belleza con cinceles y poemas!.
HELÉNICOS, vuestra antorcha olímpica sigue iluminando el mundo.
Mariano Pérez
1-11-1938
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